Bhagavad-Gita 7.1 — Calcutta, 27 enero 1973
Si quieres conocer a Kṛṣṇa o Dios por el proceso especulativo, no sólo por un año, dos años… Panthās tu koṭi-śata-vatsara-sampragamyo vāyor athāpi. No por especulación mental, sino en un avión a la velocidad de vāyu, o aire, o de la mente, la velocidad de la mente, aun así, atravesando muchas decenas de millones de años, no lo podrás alcanzar. Aún así, seguirá siendo avicintya, inconcebible. Pero si tomas el proceso de este kṛṣṇa-yoga, o bhakti-yoga, entonces puedes volverte consciente de Kṛṣṇa con mucha facilidad. Bhaktyā mām abhijānāti yāvān yaś cāsmi tattvataḥ (BG 18.55). Entender a Kṛṣṇa superficialmente, eso no es suficiente. Eso también es bueno, pero debes tener tattvataḥ, qué es Kṛṣṇa en realidad. Ese conocimiento puede lograrse – bhaktyā, por este kṛṣṇa-yoga. De lo contrario,
manuṣyāṇāṁ sahasreṣu
kaścid yatati siddhaye
yatatām api siddhānāṁ
kaścin māṁ vetti tattvataḥ
(BG 7.3)
Hay tantos seres humanos por todo el mundo. En su mayoría, son como animales – no tienen cultura. Porque, de acuerdo con nuestra cultura Védica, a menos que uno se una a la institución de Varna y āśrama, no se es un ser humano. Él no es aceptado. Así que, por tanto, Kṛṣṇa dice: manuṣyāṇām sahasreṣu. ¿Quién está aceptando este varṇāśrama? Nadie. Hay una situación caótica. Así que en ese estado caótico no se puede entender lo que es Dios, lo que es Kṛṣṇa. Por lo tanto Kṛṣṇa dice: manuṣyāṇām sahasreṣu. De muchas miles y millones de personas, sólo una acepta la institución científica de varṇāśrama-dharma. Eso significa los seguidores de los Vedas, en sentido estricto. Fuera de estas personas que están siguiendo los principios Védicos, la mayoría están apegados al karma-kāṇḍa, las ceremonias rituales. Así que de muchos millones de personas dedicadas a las ceremonias rituales, una se vuelve avanzada en el conocimiento. Se llaman jñānīs, o filósofos especulativos. No karmīs, sino jñānīs. Así que de muchos millones de tales jñānīs, uno se vuelve mukta, liberado. Brahma-bhūtaḥ prasannātmā na śocati na kāṅkṣati (BG 18.54). Esta es la etapa liberada. Aquel que es Brahman un alma realizada, que no tiene nada que lamentar, ni nada que desear. Debido a que en la etapa karmī tenemos dos enfermedades: deseo y lamentación. Cualquier cosa que tengas, si lo pierdes, entonces lo lamentas. “Oh, tengo esto y aquello y ahora se ha perdido.” Y todo lo que no poseemos, lo deseamos. Así que para poseer, deseamos, trabajamos muy duro. Y cuando se pierde, una vez más nos lamentamos y lloramos. Esta es la etapa karmī. Así que la etapa brahma-bhūtaḥ… la etapa Jñāna significa que no se lamenta o desea más. Prasannātmā. “Oh, Yo soy, ahaṁ brahmāsmi. ¿Qué tengo que hacer con este cuerpo? Mi asunto es cultivar el conocimiento trascendental, brahma-jñāna.” Así que en esa etapa, brahma-bhūtaḥ prasannātmā na śocati na kāṅkṣati samaḥ sarveṣu bhūteṣu (BG 18.54). Esa es la prueba. Él no se lamenta. Él no tiene ningún deseo. Y es ecuánime con todos. Paṇḍitāḥ sama-darśinaḥ.
vidyā-vinaya-sampanne
brāhmaṇe gavi hastini
śuni caiva śva-pāke ca
paṇḍitāḥ sama-darśinaḥ
(BG 5.18)
Él no hace ninguna distinción. Así de esta manera, cuando uno está situado, entonces mad-bhaktiṁ labhate parām (BG 18.54), entonces llega a la plataforma devocional. Y cuando llega a la plataforma devocional, bhaktyā mām abhijānāti yāvān yaś cāsmi tattvataḥ (BG 18.55), entonces se hace posible para él.
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