“No había llegado allí por casualidad. Tenía unas motivaciones. Era evidente el fuerte deseo de ver a su mejor amigo, pero también fue movido por una enorme curiosidad: fuera en Indra-prastha como durante el tirtha-yatra había oído hablar a muchos de la hermana menor de Krishna, de la cual se decía que era bellísima y que tenía un magnífico carácter. Quería tomar ventaja de su llegada a Dvaraka para verla. Precisamente por esta razón era su deseo no ser reconocido, y se disfrazó de yati.
Así disfrazado, entró a Dvaraka, donde pasó desapercibido. Pero Krishna, que es el Señor Supremo omnisciente, sabía de la llegada de su amigo y también de su intención de conocer a Subhadra, así que fue a verlo en la modesta casa donde se alojaba. Cuando Arjuna lo vio entrar se levantó para abrazarlo, feliz de verlo de nuevo después de un largo tiempo de ausencia.
Los dos hablaron de muchas cosas durante mucho tiempo, incluso de Subhadra.
‘Sí, sabía que querías conocer de mi hermana’, dijo Krishna, ‘y creo estar seguro de que cuando se lo diga a ella, también le dará placer. Por mi parte, no tengo nada en contra, pero creo que vamos a tener que resolver un serio problema: Balarama ya le ha prometido a Subhadra a su discípulo Duryodhana, y esto no nos ha gustado ni a ella ni a mí. No será fácil convencerlo de retirar la palabra dada.’
‘Lo único que se podría hacer’, continuo Krishna ‘sería que mañana mismo la secuestres y te la lleves contigo. Yo me haré cargo de apaciguar la ira de mi fogoso hermano. Aunque en un principio se considerará un acto irrespetuoso, a continuación, de seguro que te perdonará y recuperarás su respeto y amistad.’
Y así sucedió.
Arjuna raptó a la bellísima Subhadra y Krishna convenció a Balarama y a los otros Vrishnis de perdonar al Pandava y de renunciar a sus intenciones de venganza.
El matrimonio se celebró y los dos vivieron en Dvaraka durante el período restante del exilio de Arjuna. Cuando este terminó, una larga procesión de Vrishnis acompañó a la pareja a Indra-prastha.
Tan pronto Subhadra fue presentada, Draupadi tuvo un ataque de celos, pero pronto las dos princesas terminaron por convertirse en buenas amigas. Todos festejaron el regreso de Arjuna.
Después de un tiempo, Subhadra dio a luz a Abhimanyu.
En el mismo período Draupadi le dio un hijo a cada esposo: de Yudhisthira nació Prativindhya, Sutasoma de Bhima, de Arjuna, Shrutakarma, de Nakula, Satanika y de Sahadeva, Shrutasena.”
Esta es una sección del libro “Maha-bharata”, en Espanol.
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