En marzo de 1980 S.S. Bhakti Charu Swami Maharaja escribió sobre la partida de la hermana de Srila Prabhupada, Srimati Bhavatarini Devi Dasi(1899-1980).
“Pocos minutos después de las 6:00 p.m. el 13 de marzo, en ISKCON Mayapur, Bengala Occidental; la hermana menor de Srila Prabhupada, Srimati #Bhavatarini-devi dasi falleció. Conocida por todos los devotos de ISKCON como “Pisima” (en bengalí “hermana del padre”), fue ampliamente respetada y amada por su devoción simple y pura al Señor Krsna y Sus devotos. Unas pocas horas antes de su fallecimiento, cesó todas sus actividades fisiológicas, excepto el canto en silencio del mantra Hare Krsna. Los devotos se reunieron alrededor de su cama y cantaron Hare Krsna cuando se acercaba a sus últimos momentos.
Pisima nació en Calcuta en 1899, tres años después de Srila Prabhupada, fueron dos hermanos muy cercanos durante la niñez.
Algunas veces volaron cometas, y cuando una cometa no volaba correctamente, oraban a Krsna para que lo hiciera. Después que Srila Prabhupada recibió unas pequeñas deidades de Radha-Govinda de su padre, Pisima se convirtió en su compañera constante al adorarlas. Más tarde, Srila Prabhupada le entregó las deidades, y después de que él falleció, ella las puso al cuidado de los devotos de Mayapur.
Pisima fue discípula iniciada de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati, el maestro espiritual de Srila Prabhupada. Srila Prabhupada a menudo dijo que era una devota pura de Sri Sri Radha-Krsna, y en muchas ocasiones mostró su fe inquebrantable en el Señor. Una vez, durante un festival anual en Mayapur en la década de 1940, su hijo menor, Madan, sufrió una enfermedad peligrosa llamada cólera asiática.
Todos le aconsejaron a Pisima que lo llevara al médico, pero ella dependía del poder curativo del Señor Krsna. Simplemente le dio un poco de caranamrta, agua que había lavado los pies de loto del Señor, y así devolvió la vida al cuerpo casi muerto de Madan.
En 1948, cuando estallaron disturbios entre hindúes y musulmanes en Calcuta, nadie se atrevió a salir excepto #Pisima. Todos los días caminaba sola por las calles desiertas hasta el templo de Radha-Krishna.
Sin lugar a dudas, Pisima era una devota pura, y ahora ella ha regresado al mundo espiritual para participar en los pasatiempos eternos de Radha-Krsna. Todos oramos por sus bendiciones, para que podamos servir al Señor y a Sus asociados con el mismo celo que mostró ella toda su vida.
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