En las siguientes secciones (cuarta y quinta) Jiva Gosvami nos informa que el trabajo que estaba a punto de escribir había sido iniciado por un amigo suyo, un bhatta nacido en una familia de brahmanas del sur de la India que, después de estudiar los libros de otros Vaishnavas destacados, había escrito una obra.
La alusión a Gopala Bhatta Gosvami es evidente. Algunos podrían preguntarse por qué no se le atribuye a su nombre directamente.
Prabhupada explica esto en el Caitanya Caritamrta, (Adi-lila 10.105, comentario):
“Cuando Krishnadasa Kaviraja Gosvami pidió permiso a todos los Vaishnavas para escribir Caitanya Caritamrita, Gopala Bhatta Gosvami estaba entre los que se lo concedieron, pero pidieron que no se mencionara su nombre. Por lo tanto, Krishnadasa Kaviraja Gosvami solo lo menciona en uno o dos pasajes, y con mucha cautela”.
Sri Gopala tenía un agudo sentido de humildad, lo que lo llevó a no querer aparecer más de lo necesario.
Por lo tanto, el Bhagavata-sandarbha fue iniciado por Gopala Bhatta y luego adoptado y perfeccionado por Jiva Gosvami.
Algunos de los eminentes Vaishnavas de quienes Sri Gopala había estudiado fueron Madhvacarya, Sridhara Svami y Ramanuja, entre otros.
En el siguiente verso, el autor se refiere a sí mismo con la palabra jivakah, que significa “alma pequeña” o “alma simple”. A pesar de su grandeza intelectual y espiritual, los Vaishnava Acarya siempre se sienten incompetentes, porque el avance espiritual significa dirigirse hacia la comprensión de que uno es una pequeña parte de la energía de Sri Krishna. Dado que la naturaleza del alma siempre está subordinada a la del Supremo, la mentalidad del devoto se inclina naturalmente hacia la modestia constante y, a pesar de su ilimitada erudición y santidad, Sri Jiva no fue una excepción a este modelo.
Esta es una sección del libro “Tattva Sandarbha”, en Espanol.
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