El primero, pratyaksa-pramana, es el conocimiento que se puede obtener de la percepción de los sentidos y del que ya hemos hablado; en pocas palabras, una cosa es verdadera en la medida en que podamos percibirla con nuestros sentidos. Esta prueba tiene su utilidad pero, debido a la limitación e imperfección de los propios sentidos, los sabios no le dan gran importancia.
El segundo, anumana-pramana es el conocimiento que se puede obtener de la acción de nuestra inteligencia, es decir, por deducción. Esto también tiene su utilidad, pero es limitada. Nuestra inteligencia posee los mismos defectos que los sentidos, porque nuestro intelecto está constituido fundamentalmente por el resultado de la elaboración de experiencias sensoriales.
El tercero, sabda-pramana, también llamado aitiya-pramana, es conocimiento de las Escrituras o de santos realizados: en otras palabras, información de origen divino. Todos los sabios védicos aceptan este sabda-pramana como la prueba final y perfecta y los otros pramanas también encuentran su perfección en el contexto de sabda-pramana. Esto no significa que los sentidos o la inteligencia deban dejarse de lado, sino que estos están subordinados a la fuerza del testimonio divino.
Esta es una sección del libro “Tattva Sandarbha”, en Espanol
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