En otras palabras, la capacidad de conocer (cit-sakti) es inherente a la naturaleza del alma espiritual, así como el poder de iluminar es inherente al sol. Gosvami Maharaja cita un verso del Brhad-aranyaka Upanisad (4.3.23), que dice:
“Y cuando en el sueño profundo el no ve, sin embargo ve, aunque no ve objetos sensibles a la vista: la razón es que no puede haber separación del sentido visual del sujeto capaz de ver”.
Baladeva Vidyabhusana explica las implicaciones de este verso:
“Se dice que el agente autoconsciente no ve cuando está en el estado de sueño profundo, pero esto sucede porque en el estado de sueño profundo no hay objetos sensibles y no significa que el sujeto capaz de ver esté ausente”.
En otras palabras, que el alma dormida no vea los objetos trascendentales no significa que no existan o que el sujeto esté ausente, sino que en la conciencia material los objetos espirituales no pueden percibirse.
Por lo tanto, en base a lo establecido, es posible concluir que el atma es distinto del cuerpo, ya que este último es evanescente, objetivo, elemento presenciado y lugar de supremo sufrimiento. Ésta es la conclusión de Sri Baladeva, quien comenta las enseñanzas de Sri Jiva con la máxima fidelidad y claridad.
En la conclusión de la sección cincuenta y cinco encontramos resumidos los cuatro argumentos que se han utilizado para probar la diferencia entre el cuerpo y el alma:
a) El cuerpo se construye y se destruye, mientras que el alma no
b) El cuerpo es el objeto de la visión, mientras que el alma es el sujeto que recibe la visión
c) Sus cualidades manifestadas difieren bastante claramente
d) El sufrimiento del alma condicionada está en marcado contraste con la alegría del alma liberada
Esta es una sección del libro “Tattva Sandarbha”, en Espanol.
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