Vaishampayana continuó su narración:
“Después de estos acontecimientos, los Pandavas permanecieron como huéspedes queridos en la casa del Brahmana.
Habían pasado unos meses, cuando un día un peregrino que estaba de paso por el país, se quedó para almorzar con ellos. En esa ocasión, se le preguntó qué estaba sucediendo a su alrededor que fuera de importancia. Este no esperó a que le rogaran y empezó a contar sobre un importante svayamvara que iba a tener lugar en la capital del reino de Panchala.
‘No sé si conocen la historia del Rey Drupada y del odio que siente por Drona, dijo, sin darse cuenta de la verdadera identidad de sus interlocutores.
Después de haber sido gravemente humillado, este vagó en el bosque durante muchos años, dirigiéndose a muchos ascetas y dedicándose a las prácticas del yoga y a la renuncia para ganar poderes al ejecutar grandes sacrificios.
Sabía bien que solo contando con el valor militar nunca podría obtener la venganza sobre Drona, el cual, gracias a Parasurama, se había convertido en prácticamente invencible.
Drupada quería ganarse el poder brahmanico que surge a través de las prácticas de renuncia. Después de tanto tiempo y de innumerables austeridades, Drupada pudo celebrar un sacrificio de fuego en colaboración con algunos monjes muy potentes, y gracias a ellos había obtenido dos hijos, un varón y una hembra, nacidos directamente desde el fuego del sacrificio: Dhristadyumna y, en segundo lugar, la maravillosa Draupadi.
Ellos son personajes celestes que han descendido a este mundo con una misión; Dhristadyumna con el fin de matar a Drona, y Draupadi para causar indirectamente la muerte de millones de guerreros.
Desde entonces, Drupada ha encontrado la serenidad, porque sabe que para su venganza sólamente tiene que esperar. Esos dos jovenes siempre le han dado al Rey gran satisfacción. Ahora ha llegado el tiempo de Draupadi casarse, pero el Rey quiere darla sólo a una persona que posea cualidades realmente extraordinarias.
Así que ordenó un svayamvara, un torneo, y el que salga victorioso podrá casarse con la joven.’
Hubo un momento de silencio y luego, el viajero continuó diciendo:
‘Mas, todo el mundo dice que este torneo se hará en base a una prueba tan difícil que sólo Arjuna habría podido superarla, así es que después de su muerte, parece que prácticamente nadie podrá hacerlo.’
Entonces, el peregrino habló de Draupadi, describiéndola con tonos de tanta admiración que hizo que los Pandavas sintieran una atracción muy fuerte hacia tal belleza y desearon ir a verla.
La misma noche hablaron con Kunti, quien estuvo de acuerdo con que lo mejor sería ir a Kampilya. Dijeron que era simple curiosidad por admirar a Draupadi, pero estaba claro que todos tenían la esperanza de tenerla como su esposa.
Fue un viaje que duró algunos días, con sus aventuras y situaciones especiales.
Una noche Arjuna encontró al Gandharva Citraratha, con el cual de primer momento tuvo un caluroso altercado, y después un enfrentamiento armado, el valiente hijo de Pandu prevaleció ganándole al habitante de los planetas celestiales. A pesar del duelo, los dos se hicieron grandes amigos. Fue Citraratha quien en esa ocasión les sugirió que aceptaran un maestro espiritual antes de llegar a Kampilya.
En esa área vivía el célebre Rishi Dhaumya, y los Pandavas estuvieron felices de conseguir la iniciación espiritual de ese gran sabio quien, a su vez, decidió seguirlos durante sus movimientos.”
Esta es una sección del libro “Mahabharata, vol. 1”, en Espanol.
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