“Los cucos cantaban en la quinta nota: ésta era la canción de Vrindavana; el movimiento de las vides en el viento era el baile de Vrindavana; los nuevos brotes que crecían eran la piel de gallina de Vrindavana de éxtasis; incluso si esto no es la realidad, se describe así: tan pronto como está vinculado a Krishna y así se describe, se convierte en verdad y esta belleza de Vrindavana se ve en todas partes[1].”
Sri Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, vive en su mundo trascendental, en compañia de Sus devotos íntimos. A éste se le llama Goloka Vrindavana y es un lugar maravilloso. Todo y todos allá son eternos y no hay ningún tipo de miseria. Allá se aplica la ley del bhakti, el mor perfecto, que se personifica en Srimati Radharani. Prema-bhakti viene de Radharani.
Cuando Krishna quiere llamar a Sus devotos, en particular a las Gopis, Él utiliza su flauta. La nota que procede entra en sus orejas y las Gopis (escuchando su nombre dentro del sonido) dejan de hacer cualquier cosa para correr donde Krishna. En particular en el mes de Sarat (Septiembre – Octubre) Él toca su flauta bajo el árbol Vamsivat y llama a las Gopis que vengan donde Él para disfrutar pasatiempos.
La flauta de Krishna tiene varias notas y varias escalas. Cada nota es un sentimiento y genera diferentes resultados.
La primera nota es el canto del pavo real y despierta la separación de Krishna. Hace ir al revés el curso del Yamuna.
La segunda nota hace ir al revés el curso del Yamuna.
Con la tercera, la luna para de moverse y las vacas y la Gopis paran de hacer cualqueir cosa esperando tomar el néctar de la nota sucesiva.
La cuarta y la quinta nota provocan impaciencia en las Gopis de tener a Krishna y Su amor.
Con la sexta nota crea el otoño, rico en hojas, flores y frutas.
La séptima nota toma lo mejor del otoño con su brisa sensual que transporta aromas perfumados de flores frescas silvestres.
La otava nota es dedicada a Radharani. Esta nota roba su auto control y la obliga a encontrarse con Krishna.
De esta manera, Sri Krishna, fragrante con el olor de musgo, brilla con gran esplendor y disfruta pasatiempos en los bosques de Vrindavana.
Entre todas estas notas, la quinta es la predominante, es el amor de Sri Krishna para Radharani y para todos Sus devotos.
La quinta nota no es solamente un sonido, que es identificado como el canto del cucu, mas también, una elaborada escala armónica con la cual Él compone un gran número de canciones. Así tan maravillosas son que los devotos no pueden parar de escucharlas. Cuando Krishna termina de tocar, ellos quieren que empiece de nuevo.
Cuando Krishna suena la flauta, el Señor Siva para de tocar su tambor y grandes sabios como los cuatro Kumaras[2] paran de meditar. Visnu se balancea como hipnotizato sobre Sesanaga. El sonido de la flauta de Krishna penetra a través de la cobertura del universo y llega al mundo espiritual.
Para aquellos que son así tan afortunados de escuchar a Vamsidhari[3] tocar su flauta, todas las atracciones por el mundo material terminan inmediatamente. Un Acarya Vaishnava cantaba de esta manera:
“No vaya a la rivera del Yamuna a escuchar la flauta de Krishna porque tu vida nunca será la misma. La flauta de bamboo causa que los ríos fluyan al revés, las piedras se funden y los animales no pueden seguir caminando. Algunas notas llaman a las vacas para que regresen a la casa y otras, especialmemnte la quinta nota, llevan el corazón de las Gopis al bosque oscuro, para encontrar a Su Señor y ellas danzan y danzan hasta que el sol salga. Cuando el sol irradia la tierra de Vrindavana con sus rayos, las Gopis maldicen al sol y corren a casa rebosantes de amor y felicidad.”
La quinta nota es inolvidable.
Una vez, después de haber sido separados por muchos años, en ocasión de un eclipse solar, Krishna y Radharani se encontraron de nuevo en Kuruksetra. Sri Krishna con su vestimienta opulenta sobre un carruaje principesco, era seguido por muchos soldados. Srimati Radharani lo vió y dijo las siguentes palabras:
priyah so ‘yam krishna
saha-cari kuru-ksetra-militas
tathaham sa radha tad idam
ubhayoh sangama-sukham
tathapy antah-khelan-
madhura-murali-pancama-juse
mano me kalindi-pulina-
vipinaya sprhayati
“Mi querida amiga, ahora yo he encontrado de nuevo a mi viejo y querido amigo Krishna en este campo de Kuruksetra. Yo soy la misma Radharani y ahora nos estamos encontrando. Es muy agradable, pero a mí me gustaría regresar a la rivera del Yamuna bajo los árboles del bosque allá. Deseo escuchar la vibración de Su dulce flauta tocando la quinta nota dentro del bosque de Vrindavana.”[4]
Encontrar a Krishna es siempre agradable, pero la dulzura de Vrindavana, de la flauta de Krishna y de su quinta nota es incomparable.
La quinta nota de la flauta de Krishna no llama solo a Sus devotos puros como a las Gopis, mas llama a todas las entidades vivientes a regresar al mundo espiritual. De hecho, éste es el mantra Kama Gayatri, que se recita en conexión con el Gopala Mantra. Entonces, hay una conexión entre la flauta de Krishna y la iniciación[5]. Ambos ejercitan una gran atracción por las entidades vivientes. A través de la recitación de mantras, uno puede purificarse y regresar al mundo espiritual.
El Padma Purana explica que Gayatri apareció como la madre de los Vedas y subsecuentemente, haciendo muchas penitencias, tomó nacimiento como una Gopi en Vraja. Cuando logró entrar en los pasatiempos de amor de Radha y Krishna, ella tomó la forma de Kama Gayatri, el más importante de todos los mantras Gayatri compuesto de 24 1/2 sílabas. Recitando este mantra el bhakta[6] medita en Sri Krishna en Vrindavana. Estas sílabas son como las lunas que se despiertan en el corazón de Krishna y todos los tres mundos se llenan de deseos de estar con Él[7].
Kama Gayatri describe la cara de Krishna, que es el Rey de todas las lunas. En sentido metafórico pueden ser muchas lunas, pero todas son una en Krishna. Está la luna de su boca, la luna de su mejilla, las manchas de la pulpa de sándalo en Su cuerpo, la luna de la punta de sus dedos y la luna de la punta de los dedos de su pies. De esta manera hay 24 1/2 lunas y Krishna es la figura central de todas ellas[8].
[1] yad ganam vipinasya kokila-
kale nrtyam lata-vibhrame
romnam utthitam ankure ca
kavitam yogyan nidanadrte
tan mithya yadi Krishna-sangati-
vasat tasmins tatha varnyate
satyam tarhi sadapi tat tad
akhilam yasmad daridrsyate
[2] Sanaka, Sanatana, Sanat and Sanandana.
[3] Un nombre de Krishna, que significa uno que soporta una flauta.
[4] Este verso se encuentra en el Padyavali (#383), un libro escrito por Srila Rupa Gosvami.
[5] Mantra-diksa.
[6] El devoto, el practicante del Bhakti-yoga.
[7] Caitanya Caritamrita, Madhya-lila 21.125.
[8] Las ensenanzas del Senor Caitanya, Capitulo 10.
Esta es una sección del libro “La Quinta Nota”, en Espanol.
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