“Cuando los espías informaron a los Pandavas que Bhishma había sido nombrado jefe del ejército enemigo, tomaron sus primeras decisiones estratégicas como resultado de las noticias recibidas. De no haber sido por el amor que Bhishma sentía por sus nietos, podría haber sido capaz de vencer a un ejército aún más fuerte del que iba a hacerle frente en los días siguientes. Pero Bhishma no pelearía con su corazón porque sabía que, por encima de todo, la causa de los cinco hermanos era justa.
Los generales que guiarían los siete akshauhinis bajo la guía suprema de Dhristadyumna eran Drupada, Virata, Satyaki, el mismo Dhristadyumna, Dhrishtaketu, Shikhandi y Sahadeva.
Ese mismo día, Krishna se subió al carruaje de su amigo y lo tomó de las riendas mientras era aclamado por sus devotos sinceros.
La llegada de Balarama fue otra razón para que Yudhisthira se lamentara. Este, luego de haber solicitado hablar con él en privado, le dijo:
‘Tanto mi hermano como todos ustedes saben lo mucho que siempre me he opuesto a esta guerra. Por lo tanto, siento que no puedo pelear contra ninguna de las dos facciones. Así es que hoy les dejo; partiré para ir a una peregrinación de la que voy a regresar cuando hayan terminado las hostilidades.’
Apenas Balarama se había ido, llegó Rukmi, el Rey de Bhojakata quien era hermano de Rukmini, una de las esposas de Krishna, acompañado de un ejército de un akshauhini.
‘Vine a ofrecer mi ayuda’, le dijo a Arjuna. ‘Gracias a mí serás capaz de ganar esta guerra, de otro modo sería una derrota total.’
El tono de Rukmi era tan arrogante que Arjuna no aceptó la oferta.
‘Nosotros no te necesitamos’, le dijo. ‘Si deseas quedarte y luchar, puedes estar. Si no, puedes ir adonde Duryodhana o regresar a tu reino. Para la batalla que se avecina tu presencia no es en absoluto decisiva.’
El Rey le hizo el mismo discurso al Kurava, quien respondió exactamente de la misma manera que los Pandavas. Entonces el Rey de Bhojakata se vio obligado a regresar a su reino.
Por las razones indicadas anteriormente, la terrible batalla fue librada por todos los Reyes de la Tierra, excepto Balarama y Rukmi.
La misma noche, Duryodhana envió a Uluka, el hijo de Sakuni, adonde los Pandavas con diferentes mensajes para cada uno de los hermanos y sus aliados. Utilizó un tono tan insolente que Bhima lo habría matado al instante si Krishna no hubiera intervenido para salvar su vida.
Uluka fue enviado de vuelta con mensajes agresivos para el hijo de Dhritarastra.
Aquella noche Yudhisthira no pudo dormir; la pasó hablando con Krishna y Arjuna.”
Esta es una sección del libro “Mahabharata, vol. 1”, en Espanol.
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