Al llegar allí, Syamananda ofreció sus reverencias a su Guru, y Hridaya Caitanya Prabhu lo abrazó y preguntó por el bienestar de los Gosvamis de Vrindavana. Cuando escuchó que los libros de los Gosvamis habían sido robados en Visnupura, se preocupó mucho.
Syamananda sirvió a los pies de loto de su Gurú con gran felicidad y de esta manera pasó sus días.
En ese momento, la mayoría de los devotos del Señor Caitanya en Orissa habían fallecido. Así, la predicación de las enseñanzas de Mahaprabhu se detuvo. Hridaya Caitanya Prabhu consideró que esto era un problema muy serio y finalmente instruyó a Syamananda Prabhu para que fuera a Orissa a continuar con la prédica de la misión de Mahaprabhu.
Al principio, Syamananda estaba muy triste por tener que separarse tan pronto de su maestro espiritual, pero Hridaya Caitanya Prabhu le explicó claramente que debía aceptar esta orden como su responsabilidad.
Esta es una sección del libro “Syamananda, la felicidad de Radharani”, en Espanol.
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