El control de la mente en la vida humana es tan importante como mantener el volante bien firme en sus manos durante un viaje en carro. ¿Pero qué es la mente y que significa controlarla? ¿Y de qué modo se puede controlar?
Tratemos de contestar estas preguntas.
Nosotros somos almas espirituales y éstas tienen todas las características de una persona. Piensa, siente, escoge, es consciente de quien él es. Cuando el alma está en el mundo espiritual no hay cuestión de controlar porque el ser (atma) y todas sus partes trabajan armoniosamente sin que nada externo moleste.
Cuando el alma espiritual cae en el mundo material todo alrededor de la jivatma (el ser viviente) se forma como algo similar a un filtro, que se llama maya, ilusión, falsa identificación.
La capacidad del alma de identificarse es una de sus características naturales y, cuando funciona correctamente, está consciente de ser una jivatma. Aham-brahmasmi, yo soy una alma espiritual eterna.
Cuando la jivatma es manipulada por Maya piensa, aham mameti, es decir, yo soy un cuerpo material y este mundo material es mi casa.
Bajo la falsa identificación, todas las características del alma salen fuera contaminadas. La capacidad de dicernir entre lo correcto y lo incorrecto (buddhi, o inteligencia) se encuentra alterada y funciona a base de “lo que me gusta” aunque esto no sea lo correcto. La función de buddhi es dar dirección precisa a la mente (manas), la cual es el instrumento que se conecta con los sentidos.
Cuando la mente posee la información incorrecta, ésta deja que los sentidos se acerquen a sus respectivos objetos, de esta manera se experimentan las emociones materiales.
El disfrute material aumenta el espesor del filtro de la falsa identificación y de esta manera sucede la reacción en cadena de implicación con la naturaleza material y el olvido de nuestra real naturaleza.
El contacto con prakriti, la naturaleza material, provoca ilusión y sufrimiento y como este sufrimiento es experimentado a nivel mental, para sentir un alivio muchos entienden que deben controlar la mente. Para escapar de tantas ansiedades alguien se refugia en un sueño impersonalista, que en pocas palabras significa evitar los sufrimientos materiales y “evitar” aceptar a Dios. Una astucia.
En verdad no es posible controlar la mente con un proceso artificial.
cancalam hi manah krsna
pramathi balavad drdham
tasyaham nigraham manye
vayor iva su-duskaram
“Porque la mente es inquieta, turbulenta, obstinada y muy fuerte, oh Krishna, y someterla, creo yo, es más difícil que controlar el viento.”
Este es un verso de la Bhagavad-gita, 6.34.
Trate de controlar el viento. Será imposible. La mente es así, tan difícil de obligarla a hacer lo que queremos.
Si no podemos controlar la mente nunca podremos alcanzar la liberación. ¿Qué podemos hacer?
El proceso del Bhakti-yoga que lleva al control de la mente es genial.
La primera cosa que se debe cambiar es la calidad de los objetos que son percibidos por nuestros sentidos. Esto parece lógico si se considera que es imposible parar el flujo de energía desde la mente a los sentidos y desde los sentidos a los objetos percibidos. Si se comienzan a percibir objetos de una naturaleza espiritual, entonces los sentidos comienzan a purificarse, así la mente, así la inteligencia y al final el espesor de falsa identificación se adelgaza hasta desaparecer.
Cambiando la calidad de la experiencia sensorial, la mente se pacifica muy rápidamente.
vasudeve bhagavati
bhakti-yogah prayojitah
janayaty asu vairagyam
jnanam ca yad ahaitukam
Este verso del Srimad-Bhagavatam (1.2.7) dice que a través de este proceso de Bhakti-yoga muy rápidamente uno obtiene conocimiento y desapego. Los sufrimientos se van, uno se vuelve feliz y regresa al mundo trascendental.
Esta es una sección del libro “Olas de Conocimiento”, en Espanol.
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