Pregunta:
–Hoy visité el templo Krishna en Caracas y me gustaron el ambiente, el canto y la comida vegetariana, pero no entiendo lo que dicen. ¿Puede resumir en pocas palabras la base de sus ideas?
Respuesta:
–En primer lugar, es importante especificar que las cosas que decimos no son nuestras ideas, sino más bien parte de una cultura estudiada y practicada durante miles de años. Esta cultura está contenida en libros como los Vedas, los Upanishads, los Puranas, el Maha-bharata y muchos más.
En occidente, esta filosofía no se había conocido durante los últimos siglos, pero en la India no hay una sola persona que no sepa quién es Krishna, qué es el Bhagavad-Gita o que los Vedas son grandes libros de conocimiento.
Le diré de manera simple y en pocas palabras.
Hay materia y hay espíritu.
Estas son dos energías diferentes, en dos mundos separados.
Los seres vivos son espíritu, mientras que los objetos del mundo, incluyendo nuestros cuerpos, están hechos de materia. La característica principal del espíritu es que está vivo. Por el contrario, la materia es inerte. Por esta razón, nosotros, estando evidentemente vivos, no podemos ser materia sino espíritu.
Por alguna razón, el alma espiritual viviente viene a este mundo y piensa que él/ella es un cuerpo material. El principal problema en la vida de todos nosotros es la ignorancia del hecho básico de nuestra identidad espiritual y la convicción contraria de que somos el cuerpo y de que todo lo que existe en este mundo nos pertenece. Como consecuencia de esta ilusión, vivimos de una manera equivocada causando reacciones negativas que nos afectan tanto a nosotros mismos como a los demás.
A partir de este concepto erróneo, al cual llamamos “maya”[1], se desarrolla el ateísmo.
Algunos piensan, –como yo no veo a Dios, entonces no existe. Eso es lo que dicen los ateos, – Y si Dios existe, – insisten en decir -, está en otra parte y no hace nada bueno por nosotros.
En realidad, Dios existe y es supremamente misericordioso.
Uno podría preguntarse: entonces, si Él es tan bondadoso, ¿por qué suceden tantas cosas horribles en este mundo?
La respuesta es que el mal del mundo es el resultado de las malas acciones de los hombres; no es responsabilidad de Dios. Este principio se llama karma, la regla de la responsabilidad personal.
Cada acción implica una reacción. Puesto que no puede haber una acción sin una reacción, de la misma manera no puede haber una reacción sin una acción previa correspondiente. Si hay una mala reacción significa que se ha cometido una mala acción previa. Somos responsables, no Dios.
Dios existe y es una persona. No es una persona limitada como nosotros, sino una persona que posee cualidades perfectas e infinitas.
Ser persona y ser ilimitado no son conceptos contradictorios. La perfección de la vida es conocerlo a Él, a quien llamamos Krishna, y regresar al lugar de donde vinimos originalmente el cual es nuestra morada espiritual. Esto nos dará una vida eterna llena de conocimiento y felicidad.
El sistema que nos permite lograr este objetivo tan deseable se llama bhakti-yoga y es un sistema de vida. Constituye la vida que nosotros, los devotos de Krishna, seguimos.
[1] Ilusión, o algo que no es real.
Esta es una sección del libro “Brillante como el sol”, en Espanol.
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