Durante la época de Krishna, Manasi Ganga era muy grande.

Una vez, Srimati Radharani y sus amigos llegaron a la orilla del Manasi Ganga para cruzar en barco. Llevaban tarros de yogur y otros lácteos preparados para venderlos en Mathura.

El barquero accedió a llevarlos a través del agua y acordaron el precio de algunos dulces y mantequilla.

El barquero remó durante un rato y luego se detuvo.

Srimati Radharani y las gopis le preguntaron por qué se había detenido.

Él dijo:

“Estoy cansado y hambriento y no puedo ir más lejos si no me dais de comer”.

Entonces las gopis ofrecieron al barquero sus productos lácteos.

Comió todo y luego dijo:

“Tomaré una siesta y deberías masajearme los brazos y las piernas”.

Las gopis le dijeron que si no seguía remando en el bote, lo arrojarían por la borda, y así el barquero continuó remando.

Sin embargo, después de algún tiempo, detuvo nuevamente el bote y las gopis nuevamente le preguntaron por qué.

Él les dijo,

“Mi barco es viejo y el agua entra por el peso que lleva. ¡Tendrás que tirar algunas cosas por la borda o nos hundiremos!

Entonces, las gopis arrojaron sus tarros de yogur por la borda. Pero todavía había demasiado peso y el barquero dijo:

“No es suficiente. El agua sigue entrando. Tendrás que rendirte más a las aguas de Manasi Ganga”.

Entonces las gopis arrojaron sus pesadas joyas por la borda.

Entonces vino una tormenta. El viento empezó a soplar y las olas volcaron el barco. Al mismo tiempo, el barquero también empezó a balancear el barco. Radharani se asustó y rodeó al barquero con sus brazos. En ese momento, Ella se dio cuenta de que el barquero era Krishna.

Radharani entonces sacó la flauta de Krishna que estaba debajo de Su ropa y entonces todas las gopis pudieron entender que el barquero era el mismo Krishna.