Niskapata namasraya na karile ei aparadha anirvarya
Ni siquiera se debe hablar con este tipo de personas, es decir, con aquellas que deambulan como renunciantes, pero al mismo tiempo viven como un hombre de casa. Arruinan el mundo entero.
Una persona puede quedarse en casa o en el bosque, no hay ningún daño. Debe vivir una vida desprovista de toda actividad material, cantar el Nombre y estar satisfecho.
Cometer pecados pensando que el Santo Nombre los purificará es una gran ofensa. Esas personas no pueden cruzar la puerta del bhakti-tattva.
Esta es una sección del libro “Sri Harinama Cintamani”, en Espanol.
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