“Tanto Tataka como Maricha son un peligro constante para la gente pacífica. Tu deber como kshatriya, por lo tanto, es matarla y aliviar así el sufrimiento de los indefensos.”
Entonces, con la intención de actuar como Visvamitra deseaba, Rama, con gran determinación, comenzó a hacer ruido sacudiendo las ramas de los árboles para atraer la atención de Tataka. Al escuchar esos molestosos ruidos, el demonio, que no se encontraba lejos, comenzó a prestar atención tratando de entender cuál podría ser la causa. Incapaz de averiguar qué o quién podría estar haciendo tanto alboroto, corrió a la escena para indagar por sí mismo. Allí los vio a los tres, y con una voz que parecía provenir de una cueva profunda, pronunció las siguientes palabras:
“Seas quien seas, hombre imprudente, has llegado en el momento adecuado. Tengo hambre y hoy me apaciguaré con tu carne.”
Con gran vehemencia, Tataka atacó. Pero Rama se defendió y después de una corta pelea la mató. Tan pronto como la Rakshasi tomó su último aliento, Visvamitra abrazó a Rama y le enseñó el uso de varias armas celestiales. Con estas, Rama se hizo aún más fuerte contra cualquier enemigo.
Durante el viaje, los tres llegaron a la ermita de Vamadeva y Visvamitra contó su historia.
Esta es una sección del libro “Ramayana (Tal como es)”, en Espanol.
Para comprar el libro completo, haga clic aquí
Post view 81 times
Leave a Reply