1 Kg de mantequilla sin sal
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Coloca la mantequilla en un sartén de acero o acero inoxidable hondo y derrite lentamente.
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Una vez derretida, llévala a fuego medio alto y espera hasta que comience a hervir.
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Una vez hierva y comience hacer ruiditos como que explota (esto sucede por la humedad en la mantequilla que se va evaporando y sube a la superficie como una burbuja), baja el sartén a fuego bajo—lo más bajo posible.
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Verás que se irá formando una capa espumosa arriba de la mantequilla. No es necesario que la quites.
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Poco a poco verás que la superficie espumosa se va asentando hasta que solo queda una capita transparente flotando en la mantequilla derretida. Presta atención al fondo, ya que se van a ir depositando sólidos en el mismo y poco a poco se van a ir dorando.
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El momento en que el ghee está es cuando ya casi no suben burbujas a la superficie y a la vez el fondo con los sólidos no esta quemado sino levemente dorado.
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Déjalo enfriar un rato y luego transfiere el ghee a un contenedor de cristal colándolo con una manta de cielo o tela de algodón puesta sobre un colador de metal.
A temperatura ambiente se mantiene fresco sin problemas ya que la lactosa y todo lo que hace que se eche a perder se ha eliminado y solo queda el aceite dorado del ghee. En el refrigerador te dura como 12 meses, fuera del refrigerador, como 6. Pero en realidad se acaba en un mes! Lo importante es utilizar utensilios limpios cuando sirvas el ghee. De lo contrario impurezas pueden entrar al mismo y dañar su frescura.
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