Mientras Srimati Radharani estaba reclinada en un sofá en los bosques de pasatiempos de Vrindavana, Su muy querido Sri Krishna notó Su propia tez azulada reflejada en sus pechos. Quedó asombrado y en broma explicó que Él mismo se había convertido en un gran corpiño azulado usado por Radha.

Ruego poder algún día alcanzar el reino de Goloka Vrindavana y poder unirme a la compañía de los amigos de Srimati Radharani para reírme de estos divertidos pasatiempos del Señor[1].

[1] Desde Vrindavana Mahimamrita, 1.95