Bhagavan no quiere retirar Su favor de Maya quien, haciendo posible la creación, ha sido Su devoto desde tiempos inmemoriales.
Puede que el trabajo de los carceleros no sea el más agradable, pero la prisión sigue siendo necesaria. Los que quieren la independencia son confiados al carcelero (Maya) para su reeducación. Por tanto, es un servicio que se le presta al Señor, por el cual Él siente gratitud.
Pero, en Su corazón, Él desea que las almas espirituales vayan dentro de sí mismas, aunque solo sea por temor a Maya, para lo cual Él da instrucciones.
Jiva Gosvami menciona el famoso verso daivi hy esa gunamayi (Bhagavad-gita 7.14), en el que Krishna le explica a Arjuna (y a todos nosotros) la imposibilidad de vencer a Maya con la propia fuerza y sugiere la única forma viable: prapatti, sumisión a la Suprema Personalidad de Dios, e inmediatamente después especifica mejor qué se entiende por sumisión y cómo implementarlo. Con este fin, usa el verso 3.25.25 del Srimad-Bhagavatam, en el capítulo donde Kapila Muni instruye a Su madre Devahuti:
“En la asociación de devotos puros, las discusiones sobre los pasatiempos y actividades de la Suprema Personalidad de Dios son muy placenteras y satisfactorias para el oído y el corazón. Al cultivar ese conocimiento uno avanza gradualmente por el sendero de la liberación, y cuando eso se logra, la atracción por escuchar se vuelve cada vez más fuerte. Este es el comienzo de la verdadera devoción y el servicio devocional puro”.
El siguiente versículo es igualmente instructivo y arroja luz donde queda algo de oscuridad.
“Por lo tanto, el practicante se dedica concienzudamente al servicio devocional en compañía de los devotos y piensa constantemente en las actividades del Señor; el practicante siente repugnancia por la complacencia de los sentidos que surge dentro de él, tanto en este mundo como en el siguiente. Este proceso de conciencia de Krishna es el método más fácil para desarrollar poderes místicos; cuando uno está firmemente situado en el sendero del servicio devocional, es capaz de controlar la mente”.
Por lo tanto, es solo a través del servicio devocional que es posible trascender a Maya y liberarse de sus tragedias.
En la parte final de la sección treinta y tres, Gosvami Maharaja se hace una pregunta y se responde a sí mismo inmediatamente después.
La pregunta:
Si Maya es una sakti, y una sakti no es más que la capacidad de realizar una función, que es otro atributo, ¿cómo se puede hablar de ella como alguien que se siente avergonzado, etc.?
La respuesta:
Encontramos mención en el sruti de la deidad que preside la sakti, que reside dentro de Bhagavat. Ejemplo de esto está en el diálogo entre Indra y Maya, que aprendemos del Kena Upanisad.
En otras palabras, los saktis del Señor son deidades personales, por lo que es bastante normal que tengan sentimientos y emociones.
Esta es una sección del libro “Tattva Sandarbha”, en Espanol.
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